Siempre había sido adicto a los amores suicidas,
a una piel donde estrellarme,
a unos labios que me emborracharan,
y a unos ojos que me hicieran temblar.
Siempre me había gustado vivir al borde del abismo,
en esa fina línea,
entre el amor y el desamor,
entre el amor y el desamor,
entre la razón y la locura,
buscando sentirme vivo,
pero muriendo en cada intento.
Siempre había buscado una chica con electricidad,
me quisiera o no me quisiera.
Y sin embargo,
a las chicas que eran hogar y dulzura,
que sabían a domingo y a libertad,
a esas siempre las acababa descartando...
Pero eso se acabó porque te he encontrado,
y he conseguido morder el cielo con los labios.
Pero eso se acabó porque te tengo a mi lado,y tu amor es tan humilde,
tan mío,
y tan nuestro,
que tengo vértigo al saber que yo soy tuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario