viernes, 29 de diciembre de 2017

Perfectos desconocidos

Ahí estábamos el uno frente al otro,
habiéndonos encontrado sin buscarnos,
pero quedándonos sin saber por qué.

Nos desnudamos de complejos,

nos enseñamos las heridas,
y nos olvidamos de los escudos.

Sólo así 
pude verte...

Vi un corazón con cicatrices por haber amado demasiado,
vi unos fantasmas que te hacían sentir pequeña,
vi un miedo a saltar al vacío,
y unas cadenas que te hacen sentirte protegida.

Pero entonces sonreíste,
y me dejaste ver la verdad.

Abriste las ventanas de tu casa,
y me invitaste a entrar al salón.

Entonces vi un corazón con experiencia y con sed de calor,
vi un informe de desahucio a tus fantasmas,
vi la adrenalina de arriesgarse en tus ojos,
y una llamada a volar hacía otro lugar.

Así que nos abrazamos,
dos completos desconocidos,
dos pájaros sin experiencia de vuelo,
pero que,
por circunstancias de la vida,
compartíamos la misma página en el destino.