viernes, 5 de enero de 2018

Hogar, pueblo y tierra

Ella no es pasión ni desenfreno,
no es locura ni revolución.
Ella no es fuego que quema
ni rosa que pincha.
Ella no es un viaje sin retorno, 
ni adrenalina inyectada en vena.

Yo no le dedicare ningún suicidio,
ni me asomaré al barranco de su locura.
Sin embargo,
tiene algo que tantas quieren tener.

Ella es hogar, pueblo y tierra,
ella es mis sueños amoldados a sus manos,
y mi verdad sin romperse ni cambiarse,
sino complementada con la suya.

Ella es calor, luz y calma,
ella es mi abrazo sin fracturas,
y la arquitecta de mi sonrisa.

Ella es comprensión, cariño y ternura,
ella es incondicional en todos mis sueños,
y bálsamo en las derrotas.

Ella es humildad, confianza y respeto,
ella es general de mis batallas,
y cómplice de mis aventuras.

Ella es,
y me deja ser con ella.
Por eso,
espero que siempre seamos,
lo que ahora somos.