viernes, 29 de mayo de 2015

La paloma que se fue






Me gustaría que leyeras ésta carta,

aunque sólo sea por lo que ha sobrevivido, 
por esas cenizas que se niegan a marcharse,
porque saben que después de eso está el completo olvido.


Me gustaría que encendieras un momento tu luz,
para verme aquí mojado por la lluvia.
Porque ya no me queda munición,
esa que antes era toda tuya.


Estoy cansado de vivir soplando,
a un molino que se ha negado a girar más.
Porque he aprendido que no en todas las guerras,
gana quien más está dispuesto a luchar.


Sabia que el fuego no solo quema en el infierno,
porque ahí no hay mas fuego del que hay en mi corazón.
Hoy quería decirte lo mucho que te quiero,
pero mis palabras han cambiado de opinión. 


¿Para que quiero alimentar una paloma sin alas?
Si las señales del camino no saben donde está Roma.
Ya no merece la pena sacar la cabeza del agua,
lo apuntaré en mi lista de derrotas.

viernes, 22 de mayo de 2015

En tu faro






Ya sé que no se pueden construir puentes sobre promesas,
y que nunca nadie pudo asegurar un para siempre.
Pero si sé que mientras mi corazón siga latiendo,
lo querrá hacer a tu lado.


Y es que no te prometo un amor de película,
puesto que un amor perfecto no merece la pena.
Porque nunca llegas a saber el valor de un te quiero,
hasta el momento en el que te falta.


Y la verdadera sonrisa es entre dos, 
y mis manos tienen un hueco entre los dedos donde enganchan los tuyos a la perfección. 

Y eso que yo no soy un príncipe,
ni tú eres cenicienta. 

Y a pesar de que podrían grabar nuestra historia, 
me conformo con la secuencia de momentos que se tatúan en mi pupila.


Y recuerda que el amor no es un sonido de cuatro letras,

sino el más grande motivo para salir de nuestro caparazón.

Y recuerda que hará falta más olas para echarme de tu faro.

jueves, 7 de mayo de 2015

Miradas





Que el rímel no se salga de tus ojos ,
y que notes mis caricias en la distancia.
Que a pesar de que no puedo prometerte todo,
nunca me quedaré sin darte nada.

Que siempre apuntes tan alto como quieras,
que el miedo nunca tape uno de tus sueños,
que si usando tus alas ves que no llegas,
te daré también las mías, que las tengo para eso.

Que la noche no apague el brillo de tus ojos,
que en tanta oscuridad siempre hay una luna.
Que todos los astros del cielo para ti sean pocos,
que es más fácil saltar mientras más sea la altura.

Que tu brújula no siempre indique el norte,
que de vez en cuando viene bien perderse.
Que si no ves como una muralla se rompe,
no podrás saber que significa encontrarse.