Quizá vuelva mañana

Papeleras de recuerdos,

que se llenan de mentiras.

Palomas que vuelan lejos,

pero vuelven sin espinas.

Espejos que no te devuelven la sonrisa;

reflejos opacos custodiados por la muerte.

Cabemos dos en esta gabardina,

pero ayer dejé de creer en la suerte.

Mírame, hoy voy desarmado,

no te negaré esta vez otra copa.

No me importa que no haya ganado,

nunca supe que es la victoria.

En los amaneceres siempre estaba dormido,

gire la cara cuando vi a la esperanza,

y hoy me preguntas si de verdad he vivido,

te contestaría, pero no me quedan cartas.

Caos

No tenemos palabras que descarguen nuestras balas,

agua que rebaje la intensidad del fuego.

Esa bomba que crece en nuestras entrañas,

que hace que en tu cabeza los pensamientos no estén quietos.

Estrés, angustia, tierra con saliva;

gritar, vencer e izar la bandera;

en el laberinto romper las paredes en busca de salidas;

andar desnudos aunque a veces llueva.

Rejas, luz solo por una esquina;

calor, humedad, se te pega en los huesos;

miedo en el aire y la gente lo respira;

se están volviendo locos los que decían ser cuerdos.

Polvo de estrella guardado y nadie tiene la llave;

corazas, armaduras, pistolas de una bala;

no se oye nada, da igual que alguien hable;

y cuando todos escuchan entonces el silencio calla.

Tinta sin papel, pluma sin sus versos;

ganas de correr pero no hay nunca espacio;

si ves la campana siempre es demasiado lejos;

me retiro ahora, pero cada vez más despacio.

El pez que no nada

Sonrisas que se doblan hacia abajo,

ojos que sueltan agua por los lados,

puños que se cierran y no se abren,

sin demostrar todo lo que tienen en las manos.

Pasos que no van todos seguidos,

espaldas que van con forma de mochila,

cadenas que se enganchan con las piedras del camino,

suma de años que se hacen llamar vidas.

Miradas que ya no tienen ningún brillo,

orejas que se cierran ante verdades,

palabras que se oyen y no se escuchan,

agua que nunca fue por los canales.

Luz en la oscuridad

En esta distancia que no está a mi medida,

reposan los sueños de otros tiempos.

Quebrándose cada cristal con cada mentira,

guardando hondo cada uno de tus silencios.

Mis pájaros rodean tu territorio,

pero se queman antes de dar señales,

y mis pensamientos, en un torno giratorio,

giran lanzando ideas a raudales.

Noche fría, noche ausente, noche mía,

como un manto que cubre toda luz,

como una lanza que no encuentra a su guía,

guiándole por un mar que ya no es azul.

Pero en la distancia, te digo a ti pequeña,

que mi corazón está en tu mismo lugar,

pegado a ti, aprendiendo de tu escuela,

pegado a ti, y no se va a separar.

¿Quién soy?

Soy esa flor que crece en primavera,

soy el primer rayo que se asoma a tu ventana,

soy ese vestido que llevas en las bodas,

soy esa almohada donde tus sueños descansan.

Soy la primera letra de un verso no acabado, 

soy el mendigo que te pide suplicando,

soy el niño que quiere llamar tu atención,

soy un papel y tu viento me va arrastrando.

Soy las arrugas que un día surcarán tus manos,

soy el brillo en tus ojos después de un gran beso,

soy las mariposas que te nacen en la barriga,

soy esa escalera que te lleva hasta el cielo.

Soy un buenos días entre besos y caricias,

soy el contacto de los pies fríos en la cama,

soy el abrazo que te calma el llanto,

soy esa maceta que ya florece en tu ventana.

Soy unos dedos deslizándose en tu espalda,

soy todas las curvas que hace tu pelo,

soy ese perfume que te hace sentir tuya,

soy esos tacones que golpeas contra el suelo.

Soy la curva que se dibuja en tu sonrisa,

soy la razón por la que te muerdes el labio,

soy esa sensación que hace que se erice la piel,

soy esa brisa que corre en el mes de mayo.

Tic Tac

El ritmo de un reloj mata el tiempo, los sonidos hacen ecos en mi cabeza mientras los minutos van cayendo como granos de arena. El mismo tic tac minuto tras minuto, y al llegar a la vuelta completa, empieza otra vez como si nunca nada hubiese pasado. Pero sí ha pasado, he vuelto a estar otra hora entera sin ti. 

El reloj avanza de forma proporcional a mi anhelo y no creo que pueda aguantar una hora más aquí sentado en este sofá fumando un cigarro que ni me quería encender. Las paredes se me están acercando y me voy hundiendo en éste sofá que huele a sueños no cumplidos. 

Anhelo estar sentados en un banco y que el sonido de nuestras risas se junten formando una melodía perfecta. Anhelo observarte sin siquiera tener que abrir la boca, ver todas las trazas finas y perfectas que se dibujan en tu piel, ver esos ojos felinos capaz de atravesar hasta la barrera más gruesa de un corazón. Ver esos labios que me dan de beber, esa media sonrisa que hace que mi cabeza se altere como una jaula de grillos. 

Anhelo los perfumes y miradas, las sonrisas y caricias, las promesas y los sueños. Pero los anhelos se quedan en anhelos, y esos ojos ahora están cerrados y esa boca no me habla a mi.

Habrá que dormir, no tengo otro remedio, y quizá sólo quizá, en mi sueño me encuentre con ella y nos sentemos en ese banco, y entonces sin decir ni una palabra los dos sabremos que estamos en el sitio oportuno en el momento adecuado, y mi anhelo se hará realidad.

No me pidas

No me dejes mirarte a los ojos,

porque me pierdo en ellos y no escucho las palabras,

mis pensamientos entonces se vuelven cojos,

y me vuelvo de piedra como las estatuas.

No me obligues a hablar de tu sonrisa,

porque no encontraría las palabras.

No intentes nunca que te defina,

las razones por las que me encantas.

No me pidas por favor que te regale una flor,

porque mil flores no me parecerían suficientes.

No me pidas que te explique que es el amor,

porque sólo sé que lo tengo aquí enfrente.

Volver a enamorarse

Y vuelve a ser todo como el primer día,

la rutina se va mientras la emoción se acerca.

El primer beso, vuelvo a sentir lo que entonces yo sentía,

ya que nunca he querido cerrar todas las puertas.

Consigues enamorarme cada vez que te veo,

en tus ojos veo esa perfección que nunca imaginé,

solo contigo se interpretar todo lo que siento,

eres ese todo que tantos años busqué.

Es una caricia, es una sonrisa o un roce,

es volver a temblar de pies a cabeza.

Soy un niño indefenso que a su madre la mano coge,

soy ese guerrero que sale para matar a la bestia.

Soy miles de detalles envueltos en regalo,

soy un pensamiento que solo tiene tu nombre,

y tú mi niña, ¿sabes lo que eres?

eres un millón de estrellas que ninguna nube esconden.

Me sorprendo cada hora pensando en tus detalles,

oír tu voz aún me eriza la piel.

Eres todas mis palabras hasta cuando calles,

eres esa reina por la que yo quiero ser rey.

Eres la base del futuro con el que sueño,

eres tantas razones para querer ser mejor persona,

eres esa flor que sale en pleno invierno,

en un corazón que con tu ayuda ya aflora.

Eres la luna que cada noche me acompaña,

eres el aire que me ayuda a respirar,

eres esa opción que sé que nunca falla,

eres mi todo y no quiero nada más.

Afortunado

Te digo que nunca es suficiente,

el tiempo que pueda pasar contigo.

Tiempo que no me deja indiferente,

pues ya sé que no es tiempo perdido.

A pesar de ser triste la despedida,

momento de cielo nublado,

yo entonces pienso que eres mía,

y el cielo se abre como sí nada hubiese pasado.

Al andar por los jardines de los sueños,

esos que están tan decorados,

otros paseantes me miran con celos

susurrando: "ahí va ese afortunado".

Y cuando descansamos en el tiempo,

los dos tan juntos y apretados,

un ángel nos mira desde el cielo

y suspira: "ahí están los enamorados".

Es como estar en otro mundo,

porque se te olvidan los problemas.

Yo cojo aire con un trago profundo,

y tu apoyada en mi pecho mientras.

Pero es incluso un insulto,

tratar de escribir que representas.

Pues no existen en este mundo,

palabras suficientemente bellas.

Demasiados vestidos para un sólo armario

Todo mi ser es un simple granizado,

está hecho de trozos el bloque de hielo que era.

Lo voy notando ¡Algo está cambiando!,

pero sólo cambia el corazón de quien lo desea.

Hojas que al caer aterrizan suavemente,

en un sólo giro por el viento descubren,

mil formas de nadar dentro de tu mente,

mil respuestas sin que nadie las pregunte.

En un banco y todos en fila están mis sentimientos,

y yo voy cogiendo y dejando cada uno,

no tengo decenas ¡Tengo cientos!

y alguno me habré dejado seguro.

Los uso como un vestido dependiendo de la fiesta,

si hoy toca nostalgia, o toca alegría.

Debería combinarlos, pero es que eso cuesta,

es más fácil dejarme llevar que dirigir mi vida.

Algunos se esconden puesto que son más tímidos,

otros sin embargo siempre quieren ser elegidos,

pero el escoger sin pensar te puede volver rígido,

y dejar de ver a que habías venido.

¿Porque cuesta tanto tener solo una bandera?.

¿Para que quiero yo tantos vestidos?.

¿Es que no se puede llevar una vida quieta?.

¿Es que no se puede vivir si todavía no has sentido?.

Sucesos en el zoo

La historia que os voy a contar,

puede que ya os la hayan contado.

La historia de la jirafa que decidió matar,

a una cebra que vivía a su lado.

La escena del crimen era un escenario perfecto,

y en él cada uno ocupaba su lugar.

Pensaba hacerlo de un disparo directo,

que le hiciera el corazón estallar.

El motivo es una historia muy larga,

una mezcla de celos y envidia hacia la cebra.

Todas las noches la jirafa desde la cama,

pensaba un plan para que todo desapareciera.

El día del suceso la jirafa temblaba de puro nervio,

hasta entonces era su primer asesinato,

primero rezó una oración al cielo,

pidiendo que terminara pronto ese mal rato.

El primer disparo no llegó a su destino,

e impactó contra un árbol cerca de los conejos,

entonces la jirafa con el rostro arrepentido,

realizó un último disparo que si fue certero.

Ahí terminó la historia de una cebra modélica,

ahí empezó una vida de desgracias para la jirafa.

Que se le oye quejarse por las noches con una voz famélica,

gritando:” ¿Por qué llevé a cabo mi venganza?”

Cuéntame

Cuéntame las historias que te contaron de niña,

dibujemos un mapa e inventemos un tesoro.

Estaré contigo mientras sea de día,

pero en la noche no me dejes solo.

Cuéntame lo que te hacia sonreír,

cántame esa canción que bailabas,

escríbeme la receta para ser feliz,

y ayúdame a volar que me faltan ganas.

Cuéntame tu juego preferido,

la emoción del día de tu cumpleaños.

Tú sigue hablando mientras yo te miro,

quedémonos aquí hasta que llegue mayo.

Cuéntame quien era tu héroe,

que princesa soñabas ser.

Háblame y que tu risa no cese,

que aun me queda tanto por saber.

Todo es nuestro

Compraremos la vida con granos de arena,

tiraremos los relojes que nos dieron nuestros padres,

cantaremos a la luna hasta que se ponga llena,

pondremos nuestro nombre a todas las calles.

Volaremos sin alas para sentirnos más libres,

haremos que el viento vaya siempre a nuestro lado,

pintaremos la lluvia de todos los colores,

cambiaremos de peinado si este sale caro.

Nuestro caballo no sabrá nunca que es cansancio,

bailaremos con los arboles si esto nos divierte,

respiraremos los momentos cada día más despacio,

daré gracias a Dios cada segundo de tenerte.

Las olas formarán en la arena nuestro nombre,

los animales se inclinarán cuando pasemos,

quemaremos cada duda que llegue y nos estorbe,

el mundo es nuestro, y esto es lo que tenemos.

Carnaval

Conversación entre compañeros,

compartiendo una cerveza,

uno se queja de la falta de sueños,

y otro de que su vida no se endereza.

Conversación entre amigos,

compartiendo las penas,

hay unos que no se sienten vivos,

y a los otros no les interesa.

Desde otra mesa parecen felices,

pues ríen a carcajadas,

pero es que a veces el triste,

sabe llorar con otra cara.

Todos con careta de carnaval,

una sonrisa y dos soles como mejillas,

que fea forma de ocultar el mal,

que se les dibuja en la camisa.

Viviendo entre cumplidos y piropos,

siempre luciendo grandes trajes,

van desinflándose como un globo,

un globo que una vez llegó a Marte.

Intentan barnizar el dolor con dinero,

calmando sus placeres,

pero si les miras por dentro,

no tienen nada en las paredes.

Donde el viento se esconde

Blancura de tus dientes,

mordiendo mis palabras,

siempre tan diferente,

mi figura de porcelana.

Manchada tu nariz,

con ese dulce de tu voz.

Esa forma que tiene de latir,

en mi pecho tu corazón.

Oh, tu humildad vergonzosa,

tus ojos hacen prisioneros,

ya se sabe que quien te toca,

no querrá probar de otro veneno.

Tan tuya y mía al mismo tiempo,

esta amargura de distancia,

como el viento del invierno,

que pasa sin dejar nada.

Si yo pudiera aquí tenerte,

calentando mi alegría,

y juntando nuestras frentes

te diría que eres mía.

Bienvenido

Mirando con interés la casa del vecino,

asomado por un seto mal cortado,

parece que se fue hace ya un siglo,

o tal vez nunca haya llegado.

Observo detenidamente cada maceta del jardín,

intento mirar a través de las ventanas,

me pregunto si aquel hombre era feliz,

o si sus fantasmas le atormentaban.

En su felpudo está escrito "bienvenido",

es como si siempre me hubiese esperado,

ahora no se si seguir mi camino,

no se si tenia que haber entrado.

Me topo con un gato que me mira desafiando,

aguanto la respiración para no gritar,

entonces me doy cuenta de que solo esta jugando,

que necesita alguien en quien confiar.

Me quedo con su pez, su tortuga y su gato,

con algún que otro sueño y metas no cumplidas,

que más dará si está en el otro lado,

que acabe yo de vivir su vida.

Me despido con un gesto de la casa,

ahora tengo una misión que hacer,

yo, como su ángel de la guarda,

tengo que terminar su papel.

Correr

Hay gritos que te cogen por las manos,

te aprietan aún cuando no puedes más,

y aunque trates de huir hacia cualquier lado,

sabes que esa sombra te seguirá.

Primero empieza dentro de un suspiro,

mientras te va creciendo por las venas,

entonces va matando todo lo que estaba vivo, 

y tú apenas lo aprecias.

Empiezas a odiar el mundo,

sin saber por qué motivo.

En la garganta te cuelga un nudo,

porque nada tiene sentido.

Ya sólo te queda correr,

huir del dolor y de los pensamientos,

correr sin dejarte morder, 

por tantos perros hambrientos.

Escaparte a un desierto de papel,

que has dibujado en tu mente,

allá donde puedas ver,

lo que de verdad tienes enfrente.

El secreto de la luna

Donde no llega la luz,

yo escondía mis palabras.

El cielo allí no es azul, 

el lugar de mis fantasmas.

Y la luna, buena amiga,

como luna sospechaba, 

así que se fue un día,

a destapar mis palabras.

Vio que yo estaba enamorado,

sin querer yo admitirlo.

Algo me había deslumbrado,

a mí, el rey del exilio.

Fue a buscar a dicha dama,

para contarle lo ocurrido,

aunque no esperaba,

que fuera un "no" definitivo.

Me convenció para que luchara,

diciendo que no estaba perdido,

y desde entonces cada mañana

escribo al amor no correspondido.

Guardando la esperanza

en un cofre color oro.

Aunque mi vista esté cansada,

sé que sin ella todo sabe a poco.

Reflexión de medianoche

Otra vez el velero de mi alma tripulado por la duda,

surcando por las olas de viejas heridas rotas.

Otra vez gritando al viento que no escucha,

las palabras de un infante que las repite mientras llora.

Otra vez acompañado por la tinta de un plumero,

empapándome de la oscuridad que escupen mis pensamientos.

Otra vez siendo cobarde al esconderme en cualquier “pero”,

guardando en una caja todo lo que llevo dentro.

Ya acostumbrado a llevar el dolor como un tatuaje,

pegado a mí y a cualquier poro de mi piel,

matando el amor en el momento en el que nace,

y  ya es tan mío que no puedo vivir sin él.

Andando por la carretera con una pistola en la mano,

atento al mínimo indicio o sospecha,

para matar a mis fantasmas de un disparo,

terminando con mi vida donde la siguiente empieza.

¿Y no crees que llevamos la verdad en los bolsillos?

escondida entre las prisas y carreras.

Yo hace mucho que perdí lo que era mío,

se debe haber quedado entre alguna de mis penas.

Sólo tú

Ella me pidió que le soltara,

que sería mejor así,

que todo lo bueno acaba,

que había llegado el fin.

Me rogó que le olvidara,

me dijo que hay mil mejores,

pero ella no recordaba,

que para mi no hay más opciones.

Que para mí solo hay una cara,

una forma de pensar,

que mi cuerpo sólo sangra,

cuando sabe que no estás.

Que no existen otros sueños, 

no conozco otra avenida,

que cada día estoy más loco,

sin tu misma medicina.

Así qué le di el mejor abrazo,

le hablé con el corazón, 

le dije que no estoy de paso,

que me quedo en su colchón.

Adiós

Ya nunca me dejare ver,

acabaré firmando el acuerdo.

Eras la reina de mi ajedrez,

eras la forma de mi movimiento.

Ahora ya no es divertido caer,

si no te encuentro en el intento.

Me va quedando memoria de pez,

y no me acuerdo de lo que pienso. 

Nunca supimos lo que es querer,

poder perdernos en un trozo de cielo,

y cuando los dos queríamos correr,

lo hacíamos en sentidos opuestos.

Mientras la vida va a demoler,

tantas horas besando tu cuello. 

Yo aún no me lo puedo creer, 

ya no jugamos al mismo juego.

Ahora me ha dado por beber,

mi paciencia sorbo a sorbo.

No tengo nada que perder, 

si me comporto como un loco.

Estancado

Tras los ríos van a parar mis lágrimas silenciosas,

callando tantas decepciones vividas,

y mientras este sol que aún no reconforta,

trae las ilusiones pero las trae dormidas.

¿Qué son los sueños sino esperanzas no vividas?

Anhelos buscando una vida diferente.

Situaciones que esperas que se vean cumplidas,

pero con sólo esperar nunca nada es suficiente.

¿Existen los milagros o son sólo ilusiones?

¿Es verdad que se puede ser feliz?

La camisa de mi vida se ha quedado sin botones,

y ahora me mantengo de lo que pueda recibir.

A veces oigo en mi cabeza unas voces,

agitando los recuerdos que tengo de mi infancia,

rememorando tiempos que fueron mejores,

tiempos que ahora se convirtieron en nostalgia.