hay que abrazarlo y saber dirigirlo,
cuidarlo sin dejar que te coma,
observarlo y analizarlo,
exprimirlo y después dejarlo ir.
Me he dado cuenta que el olvido es parte de mi alma,
y puede ser tan grande como la esperanza,
y en lugar de temerlo,
hay que mirar con sus ojos las nuevas margaritas,
y con su lluvia hacer un arco iris.
Me he dado cuenta que la vida no son asaltos ni un combate,
son lecciones de humildad,
aceptaciones de defectos,
y heridas que abren nuevos horizontes.
Me he dado cuenta que la vida no son los trofeos que ganas,
son las perlas que dejas en los corazones,
las sonrisas en días malos,
y los abrazos que tocan el alma.
Me he dado cuenta que la incertidumbre es para siempre,
y que no hay que esperar a la seguridad para luchar,
así que si crees en alguien,
no esperes a mañana para arañarle el corazón.
¡Me encanta lo que he leído!
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