martes, 28 de febrero de 2017

Nieve, barro y esperanza



Recuerdo que te miré y vi la lluvia en tus ojos,
como si quisieras borrar todos los recuerdos,
dejando que el agua se los lleve,
para que no te recuerden quien fui,
ni quien podía haber sido.

Traté de abrazarte en un intento suicida,
como queriendo retener lo que ya se ha evaporado,
pero ya era tarde,
tus hojas ya pisaban el suelo,
y mis ramas se secaban de frío.

Supe que tu despedida anunciaba el invierno,
y yo me sentía naufrago entre la nieve,
pensando de dónde sacaría tanta leña,
para vencer al frío sin ti.

Llegaron los primeros copos y tú no volvías,
ni siquiera mandaste un pájaro en mi búsqueda,
yo trataba desesperadamente de aprender a coser,
para cerrar todas las heridas que aún te esperaban,
mientras que tú no te cansabas de volar,
buscando otra rama que te acoja.

Un día con la nieve por las rodillas,
se me olvidó recordarte,
y dentro de mi cabeza tu nombre sonaba hueco,
como retumbando en una zona que ya no podía escuchar.
Entonces la nieve se empezó a derretir,
mientras la primavera asomaba la cabeza.

De repente di mis primeros pasos,
no fueron gran cosa pero avanzaba,
buscando el futuro de los que quieren luchar,
prometiendo no bajar la cabeza.

Hoy te escribo desde mi castillo,
que aunque hecho con derrotas,
se rige con el color de mi esperanza,
ondeando una bandera,
que me promete que seré feliz.

1 comentario:

  1. Me identifique completamente, espero algún día poder escribirle a él desde mi castillo también... :(

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