martes, 16 de octubre de 2018

El dolor y el poeta

Dicen que el dolor moldea personalidades, 
que eleva y da sentido,
que recompone y reconstruye,
que te marca cimas nuevas,
y te da el poder de tocar corazones.

Dicen que el dolor hace al poeta,
que imprime en su alma la sed de las palabras,
la búsqueda del último verso,
la obsesión de ser esponja,
de absorber la vida,
y de fluir en un poema.

Pero yo no creo que la belleza sólo salga de las cenizas,
que únicamente tienes calma si sales de una tormenta,
y que las cicatrices son los filtros que te dan otra visión de la vida.

Creo que el dolor despierta al poeta pero no lo crea,
que la tormenta te recuerda que eres marinero,
pero que es algo que ya tenías tatuado en las manos.

Y que la única función del poeta no es crear la belleza,
sino transformar la vida en poesía.


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