jueves, 25 de octubre de 2018

Inmensidad fracturada

Veo el blanco al alcance de mis manos,
pero mis dedos no llegan a tocarlo,
¿por qué me caigo en la inmensidad de mi propio ser?
mientras la grandeza se escapa como agua entre las manos…

Tengo el alma atrapada en el cuerpo,
y la vida atrapada en los minutos,
mientras,
un pensamiento fluye en un verso,
pero,
¿qué es eso comparado con la poesía?
¿Qué dirían los que vieron ese verso nacer en mis profundidades,
al verlo enturbiarse con la materialización de la tinta?

Somos sueño sin llegar a soñar,
y soñamos que vivimos detrás de la vida,
como si hubiese algo antes del ahora,
o después de este instante.
como si vivir consistiese en cruzar la cuerda,
en sobreponerse o sumergirse en lo mundano,
en superar o recaer en los vaivenes.

La vida no se vive ni se busca,
la vida es hacia dentro,
es en nosotros,
es inmensidad e incertidumbre,
humildad y pecado,
muerte y resurrección.

La vida es Él,

y lo que Él hace en mi.

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